martes, 29 de mayo de 2012

Emocionante mundo de las emociones


De vuelta!
Retomo mis reflexiones con un curso sobre el DESARROLLO de las EMOCIONES  
que he tenido el gusto de recibir y quiero compartir con vosotros/as.
Me ha resultado constructivo y valioso para mi crecimiento como maestra, ¡Que importante es TRABAJAR  las emociones como esqueleto que sustenta nuestro ser desde que nacemos!  Hemos abarcado un amplio abanico de vertientes que salen del gran rió que recorre las emociones: identificación de las emociones, desarrollo, expresión de las mismas y afrontamiento a través de las técnicas.
 

El curso propone la  Filosofía para niños, como proyecto llevado a cabo en diferentes colegios desde la etapa infantil.

¡Que importante es tomar conciencia de que el ser humano desde que nace además de cerebro tiene corazón y siente!

En mi camino como guía de los niños (no me considero maestra de nadie) trabajo desde la consciencia todo aquello que comparto con ellos.
Dentro de las prioridades y objetivos ha trabajar,en el currículo de mi aula estaría: ser consciente de las emociones para saber canalizarlas y construir un pensamiento critico en los niños.
En la actualidad, el currículo de educación Infantil da prioridad al desarrollo intelectual a través de la adquisición de conceptos, donde las matemáticas y la lengua no dejan cavidad ni tengan relación alguna con el trabajo emocional.
Desde la legislación, se pretende formar adultos competentes que entren a formar parte de la sociedad empresarial creada en la actualidad. Teniendo ese objetivo, desde niños se obliga a llevar un trabajo estricto a través de fichas para que el niño se instruya en las matemáticas, el inglés y lengua ( si da tiempo) y adquiera pronto el rol de saber para ser algo importante.
Este panorama, me hace tomar las riendas de mi carro con fuerza y ser consciente de lo que no quiero transmitir desde la infancia.
Y yo me pregunto: ¿Como se puede estar con personas, ya sean niños o adultos, y no sentir las emociones que están latentes en cada momento, en cada ficha, en cada discusión, en cada suma, en cada poema? Soy incapaz de visualizar lo que es una educación sin emociones, sin sensaciones, es como un jarrón sin flores.
Educar es acompañar al niño/a en su crecimiento, dejándole saber para ser él mismo. Educar para ser, y saber para conocerse a sí mismo.
 El camino hacia el ser, nos lleva hacia el interior del ser.
El crecimiento parte de su desarrollo y tiene como objetivo la conciencia del ser.

Tomando como punto de partida esta introducción, mostraré cómo compartí con mis chicos/as de 3 años un ratito de Filosofía, siguiendo los pasos aprendidos en el curso.
El Cuento: " El Barco de la Vida" ha sido tomado como material de trabajo.

El cuento dice así:

En el mar llamado alegría flotaba un barco lleno de colores.

Con sus alas desplegadas sus pulmones se ensanchaban y recibían el aire de la vida. Éste aire era limpio, no tenía color, pero tenía un olor a limón y miel exquisito, era el aire de la vida.

Muchos hombres y mujeres, animales y zapatos viajaron, pero no pesaba apenas, pues el aire le empujaba en todas sus travesías.

Todos hablaban del barco con palabras muy bonitas; - es muy grande y brillante - decían unos – está repleto de magia – decían otros.

La leyenda contaba que muchos aires se habían acercado al barco: aires negros malolientes, aires rojos muy violentos, aires verdes no potables, aires amarillos exigentes...

Pero solo el barco se movió, el día que respiró el aire de la vida, y siempre lució con su amiga la lunera y con su sol caracol”

Comienzo la sesión, leyéndoles el cuento despacio, sin enseñarle ninguna ilustración. Gesticulo cada palabra, cada acción, cada color con la cara que es reflejo que ellos toman para vivirlo intensamente. Al terminar, dejo unos minutos de reflexión, les pido que cierren los ojos y se imaginen al barco flotar, a los peces en el mar, a las nubes gritar...Así ya les introduzco de lleno  en el cuento.

Tras digerir la narración, me dispongo a crear una reflexión sobre el mismo haciendo una serie de preguntas como:

1. ¿ Qué hizo que se detuviera el barco?
2. ¿ Cómo consigue moverse?
3. La gente del barco ¿ayuda a moverlo o pesa?
4. ¿Qué sintieron los que viajaban en el barco al verse parados en el mar?
5. Los colores del barco ¿ son alegres o tristes?

Son las preguntas que la maestra les hace a los alumnos de tres años. En cinco años, podrán hacer las preguntas los propios alumnos/as.

A continuación, la maestra será la que elija la pregunta que más se identifique con las emociones que se quieran trabajar. En este caso, la pregunta elegida será: ¿Qué hizo que se detuviera el barco?
Los alumnos/as comenzaran a responder por turnos de palabra y dirán: los males humos, la contaminación, la tristeza, la furia....

Tras recoger una lluvia de respuestas, nos enfocaremos en emociones como: la rabia y la tristeza.

Dos emociones muy comunes en los propios niños. Les pediremos que las identifiquen mediante la expresión de la maestra en la cara y luego les preguntaremos si las han sentido y cuándo y cómo.

Será una manera extraordinaria de prepararles en el conocimiento de las emociones.
A continuación, llevaremos a cabo juego sobre las emociones trabajadas.
Contaremos con una tabla anímica: cartón alargado donde haya unas flechas que el niño pueda mover para más o menos según la rabia y la tristeza que sientan en ese momento.
También, tendremos un termómetro que mide el grado de alegría o tristeza que sentimos.
Finalmente y a modo de cierre, contaremos el cuento de nuevo con títeres, donde el niño/a disfrute del trabajo realizado y se relaje.

Actualmente, creo que las emociones están sometidas y bajo la mirada atenta de la sociedad que nos rodea. La repercusión social acalla nuestras emociones: ahogando el llanto en un suspiro, la risa en la mera sonrisa, la rabia en el grito, y la tristeza en el silencio.
La naturalidad que caracteriza al ser humano en libertad, está limitada por mantener el comportamiento socialmente bien visto: ¿como voy a llorar delante de mis compañeros de trabajo?, ¿cómo voy a comerme un plátano por la calle?, ¿cómo voy a pedir ayuda en la calle?.
Una vez dicho esto, lo que frena las emociones naturales y el ser uno mismo es el miedo a fallar y la vergüenza a ser diferente, desde mi punto de vista. El estar acorde con la sociedad nos da seguridad y amparo, siguiendo las reglas y los patrones marcados como "correctos y buenos".
Algo que me sorprende, es ver cómo ese sentimiento de valentía y seguridad por pertenecer a un grupo social, se prolonga en el tiempo y en algunos humanos no llega ha desaparecer esa dependencia social. El niño necesita sentirse identificado con un grupo social y progresivamente debe evolucionar hacia el conocimiento de sí mismo y el desarrollo de la personalidad. La soledad comenzara ha ser amiga intima del adulto y factor determinante para su desarrollo emocional, psíquico y mental.
Tras pasar el periodo de sociabilidad, debe compartirse con un tiempo en soledad y así poder reflexionar sobre uno mismo y los demás y conocerse a sí mismo. Pero¿ por que la soledad está mal vista, da miedo o no se vive? Creo que porque lo socialmente bien visto es identificarse con los patrones estéticos, físicos ideológicos definidos por un grupo social. Convirtiéndose el ser humano en un ser inconsciente y vació de emociones.

Si optamos por el camino hacia uno mismo, tomaremos más conciencia y viviremos el desarrollo emocional como algo natural digno de nuestra propia naturaleza humana. Tomaremos las riendas de nuestra vida, y dejaremos de ser guiados por lo infundado en sociedad, sabiendo que: yo siento y expreso, yo soy libre de decidir lo que quiero.
Así como adultos conscientes, transmitiremos el saber a los más pequeños, desde la libertad de expresarse tal cual somos.
Mientras el padre/madre continúen con el velo en los ojos, transmitiendo valores sexistas, machistas, o discriminatorios basados en la sociedad actual, los niños/as crecerán sin aprender a reconocer las emociones ni canalizarlas, pues no se sentirán libres de expresarse  tal cual son y sienten.
Desde la infancia, es preciso que los padres muestren una actitud sensible hacia el proceso madurativo del pequeño/a enseñándole a vivir las emociones como algo maravilloso que nos hace ser quien somos, que nos caracteriza como seres únicos. El niño/a sentirá múltiples sensaciones que no conozca o no sepa resolver: El nacimiento de un hermano, le provoca tanto dolor que sentirá celos, rabia incontenible que le hagan frustrase; ¿cómo mostrarle que es algo tan natural y que sigue siendo importante? Según mi opinión, con mucho AMOR Y CARIÑO, como con todo lo que compartimos con el /ella.
Ayudandole en el duelo que les crea vivir las diferentes emociones que sienten, estaremos formando parte de su crecimiento personal.

Debemos ser ejemplo y modelo ha seguir para el niño/a. Como referencia, no podemos dejar sus emociones aparcadas sin darle importancia. Sabiendo el valor que tienen para su crecimiento, las emociones deben formar parte integral de la educación.
Si nos mostramos naturales a la hora de hablar de lo que sentimos, los niños lo adquirirán y pondrán en practica en su cotidianidad.

     "Un mundo donde las emociones surjan al vaivén de de la vida, sera un mundo coherente, plagado de tantos colores y formas de ser como seres habitan el planeta"

Somos únicos y especiales y así debemos mostrarnos.

Brindemos a los niños/as un halo de pureza emocional. Eduquemos a los niños en emociones como prioridad para su crecimiento personal desde la infancia.


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