Miedos

El Miedo se siente cuando no se da una oportunidad al transcurso de la naturaleza humana
Pecibo miedo por parte de los padres hacia sus hijos/as, miedo de los profesores hacia alumnos/as...
Miedo por querer controlar el proceso vital, cuando tendría que ser un contexto de libertad y amor.
La medida de querer ser un buen padre/ madre, o un buen maestro/a, se la otorga cada cual.

Pero,¿cuando de verdad se SIENTE QUERER ser padre/madre o maestro/a, no se ES, y se ES el mejor?

El SER, Y SENTIR, no tiene porque acompañar al miedo, sino al disfrute, la aventura y el reto de ver como SOMOS.

Padres y maestros aunamos fuerzas y entramos en un mundo apasionante de observación y acompañamiento de los niños/as.
La tarea de dejarles SENTIR Y SER, es vital para su crecimiento.
Importante cosechar, para poder recoger usufructos repletos de amor y valor, y no de odio y pavor.

Quererles, es mirar a través de sus ojos y sentir sus pulsaciones.. descubriremos lo mucho que esconden y nos queda por aprender.

Un sueño que se roza con las manos es el comenzar a permitirse tener una vida digna. Digna y de calidad.

¿Quien soy? sería la primera pregunta que uno se cuestioona para comenzar el viaje alucinante para ponerse las botas y pisar los pasos que se quieren pisar.
Los niños nos dirían: Prueba y verás. Pero no nos es tan fácil... tenemos MIEDO..

Querer y no poder, ganar y perder...
Quiza debamos conectar con el niño interior para volver a sentir esa inociencia genuina,carcajadas sin control, hacer sin pedir nada a cambio, kilos de honestidad y frescura interioR.
¿Por qué no volver a jugar, por qué no volver a vivir sin tiempo, por qué no volver a valorar cada pequeña sorpresa que nos acontece al día, por qué no volver a caer sin miedo?...
Nuestra curación hará posible que las vidas que engendremos sean Vidas de Calidad.
El amor a uno mismo es el paso previo a querer a los demás.
Una realidad patente es :Padres reprimidos sexualmente, inseguros y sumisos al entorno, engendra niños/as reprimidos, angustiados, inseguros y esclavos.
Por el contrario, padres liberados,  seguros de sí mismos y criticos dan vida a criaturas libres de ataduras, concientes, y plenamente sanas mental fisica y psicológicamente.